viernes, 4 de mayo de 2018

Calabazo esta vez elige calabazas

(Hoy, que se acaban las clases, dedico este poema a la mejor profesora del mundo, con la que no puedo evitar repetir curso -porque con ella sigo aprendiendo a ser mejor profesor-).






Un cielo. Un cielo y una estrella, 
una clase y, en el centro, ella.


Un número primo de alumnos te miran;
¡Observa el brillo en sus pupilas!
 ¡Conviertes tu arte en vida! 


 Con tu inglés por alas, 
tu tiza toca el cielo;
 y sonrío si estoy triste,
 y lucho si tenía miedo.


THANK YOU!