Decidí crear un virus bueno que nos aportara luz y color. Nació de unas calabazas que mi abuelo cultivó en su huerta (en los cuentos han sido siempre el origen de la magia, la materia prima). Funcionó, existe tal y como lo imaginé. Te contagiaste y no hay cura!
martes, 9 de enero de 2018
Somos
»Calabaza, se acaba un nuevo día y, como todas las tardes, quiero despedirme de ti. Quiero despedirme y darte las gracias por seguir aquí con nosotros. Tú que podías estar en la mesa de los ricos y los poderosos, has elegido el humilde bancal de un pobre viejo para dar ejemplo al mundo.
»Yo no puedo olvidar que en los momentos más difíciles de mi vida —cuando mi hermana se quedó preñada del negro, o cuando me caparon el hurón a mala leche—, solo tú prestabas oídos a mis quejas e iluminabas mi camino. Calabaza, yo te llevo en el corazón».
(Palabras de «Amanece, que no es poco»)
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One of my favourite films. The old man praying to the pumpkin is a stroke of genius! So funny and so dramatic at the same time.
ResponderEliminar¡Qué buena! Me encanta.
EliminarBesos y visiones